viernes, 24 de diciembre de 2010

Amores que matan


Quiero tener un bebé pero me acabo de dar cuenta que aún no estoy preparada. Hasta hace poco ese era mi proyecto, mi sueño. Acabo de terminar con mi pareja después de una convivencia de seis meses. He retornado a mi casa, en realidad a casa de mis hermanas con las que he vivido gran parte de mis 21 años. Pensé que no me recibirían pues cuando me fui, lo hice en contra de su voluntad y a pesar de ello hoy me alegro de saber que al menos ellas si me quieren. Lo acabo de descubrir y debo sentirme afortunada y espero no sea demasiado tarde para recuperar el tiempo perdido y terminar mi secundaria.

De mi relación poco puedo decir. Estuve muy ilusionada al comienzo al punto que decidí convivir y la pasamos muy bien los primeros meses. Me sentía feliz, o al menos eso creía. Toda mi felicidad empezó a cambiar cuando mi pareja empezó a celarme y a impedirme que trabaje. Yo quería ayudar a sacar adelante mi nueva familia, soñaba con hijos y un bonito hogar. Pero él era muy celoso y me controlaba demasiado y empezó a insultarme, y querer pegarme. Asi es que me armé de valor y lo dejé. Después el me empezó a rogar para volver, y lo hicimos , le dí otra oportunidad pero era lo mismo y nuevamente me atormentaba con sus celos. Yo estaba desesperada y no sabía que hacer pues todo lo di por él. Dejé a mi familia, mis estudios y me fui tras mi sueño. Estaba tan deprimida que me metí al alcohol. Bebía y bebía más que un hombre. Me volví alcohólica y llegó un momento en que no podía de dejar de beber, era horrible. En esos momentos recordaba a mis padres, a mi pareja y todo lo malo que me pasaba. Ahora aún siento sensaciones que me desesperan, pero quiero salir de esto.

He tenido varias relaciones con varios muchachos, además de mi pareja. Pero lo último terrible que me pasó fue que un día estando totalmente borracha aparecí en un hostal dormida y al parecer muchos hombres abusaron de mí. Todo esto es una pesadilla, es algo espantoso haber caido tan bajo. Me he convertido en un objeto para los hombres y siento que me estoy muriendo, este amor me está matando y no quiero morir, quiero superarlo todo pero no puedo todavía.

Yo siempre quise tener una familia, pues nunca tuve una. Yo no viví cerca de mis padres y la verdad que ha sido muy triste mi vida, sin el apoyo y cariño de ellos. Siempre he pensado que ellos nunca me han querido, que me mandaron a vivir con mis hermanas para olvidarse de mí. Yo solo quiero ser feliz teniendo mi propia familia pero no pensé que fuera tan difícil.



El sentimiento de soledad que te ha acompañado durante todo este tiempo de tu vida por la ausencia física y afectiva de tus padres ha construido en ti una idea de ti misma equivocada. En primer lugar como tú dices "te has convertido en un objeto" es decir un ser humano sin sentimientos propios que depende totalmente de los afectos que otros le puedan brindar para sentir algo de felicidad, aunque esta sea temporal. Y esa necesidad de afecto a cualquier precio te está destruyendo, pues finalmente has ido por el camino equivocado y en el lugar menos adecuado a buscarlo. Has confundido sexo con amor, familia con tener pareja, amor con celos, y no te culpo, sólo quiero que sepas que el dolor causado por la ausencia de tus padres ha creado una herida muy grande en tu corazón (una combinación de tristeza y oidio) que te agrade a ti misma. Las circunstancias por las que tus padres no pudieron tenerte cerca quizás las sepas tú, pero eso no remedia tu vida, lo que debes hacer ahora es aceptar esa realidad y ya no seguir haciendo sangrar esa herida que sólo te genera ansiedad y confusión. Es hora de que tú señales tu destino y ya no puedes vivir esperando ese cariño que nunca llegó, y por tanto no debes seguri buscándolo fuera de ti, (parejas, sexo, alcohol) sino dentro de ti misma. Deja de sentir lástima por ti misma, ubicate en el centro de tus sentimientos y comienza a valorarte. Mira que eres muy valiente y fuerte, pues a pesar de todas tus desgracias has podido sobrevivir a ellas y aún puedes contarlo. Has iniciado el camino hacia tu reencuentro, no lo pierdas, la felicidad está en tus manos.